
El castigador (the punisher en EEUU) es mi personaje favorito de la Marvel, el único cómic que seguí de principio a fin, coleccionando la serie completa desde los lejanos y míticos tiempos de Forum hasta los de Planeta/Panini. Me veo capacitado para evaluar las diferentes adaptaciones en imagen real de las que ha gozado y señalar cual de ellas ha sido más fiel o acertada en representar a un antihéroe como el que nos ocupa, Frank Castle. Pero.. quién es realmente Castle?
Nacido en las páginas de Amazing Spider-man como contrapartida del arácnido, las sucesivas apariciones del personaje fueron calando hasta que consiguió su propia serie limitada. En ella, Mike Zeck definió el que para muchos es el castigador definitivo gráficamente hablando. El dibujante hizo un grandioso trabajo aunque el ritmo de salida de los números lastró un poco la calidad ya que era muy bueno pero no precisamente rápido. En la saga de Retorno a la gran nada, Zeck no tuvo los problemas de falta de tiempo que se encontró durante la realización de la serie limitada y sin prisa realizó una novela gráfica impecable y maravillosa a nivel de dibujo. El éxito del personaje supuso el pistoletazo de salida de sucesivas series regulares con guionistas tan importantes como Mike Baron o Carl Potts y dibujantes tan punteros como Jim Lee, Erik Larsen o Whilce Portaccio. El punisher fue uno de los héroes más populares de la Marvel de finales de los ochenta y principios de los noventa.
Frank Castle es un veterano de guerra al cual unos mafiosos dejan sin mujer e hijos en un tiroteo accidental en Central Park. A partir de ese momento algo se rompe en la cabeza de Frank y comienza una cruzada infinita contra el crimen organizado, llevándose por delante a todos los malajes que encuentra a su paso. La primera adaptación del castigador al cine aconteció en 1989 y en los territorios hispanos fue rebautizada como «Vengador» (mal empezaba la cosa). En ella, un Dolph Lundgren tintado de moreno para parecerse más a Castle tenía problemas no solo con la mafia italiana sino también con los yakuza japoneses (con los que había tenido algún altercado en el cómic). La película tiene algunos aciertos, como el presentar a los malos como auténticos villanos sin escrúpulos (inolvidable Kim Miyori) o al castigador como un personaje de vuelta de todo, que ejecuta su sangrienta misión por inercia y sin el menor cuidado hacia su propia integridad (se la sopla todo y asume todo tipo de riesgos como si no le importara morir). Entre los fallos destacamos un montaje irregular, una economía de medios notoria y el desnaturalizar un poco al personaje en su paso a la gran pantalla (el ejemplo más sangrante fue que la censura impidió que apareciera en pantalla con la enorme calavera que tiene el personaje en su pecho). La peli pasaría a la historia como una muestra más del cine macarra ochentero plagado de testosterona.
La segunda incursión del bueno de Frank en el cine (en 2004) no fue mucho más alentadora, y eso que en esta ocasión no había escasez de presupuesto. Desgraciadamente el dinero se fue en cosas como pagar un sueldazo a John Travolta que en ese momento estaba muy cotizado y que dio vida a un villano bastante olvidable. La historia de venganza esta pobremente desarrollada con una rocambolesca trama más propia del Conde de Montecristo, cuando eso no le pegaba nada a un bestiajo como el punisher que suele ser más bien tosco y expeditivo en su día a día, sin florituras. Lo mejor de la peli es la inclusión de algunos de los secundarios que por aquella época poblaban el cómic del Castigador. De la mano del estupendo guionista Garth Ennis los entrañables vecinos del piso franco de Castle y un villano como el Ruso dieron con sus huesos en la gran pantalla. La mala baba y el humor negro caracterizaban sus historias. Tom Jane fue el segundo actor que tuvo que gastar Gracian 2000 para poder interpretar a Frank. Ni con estas logró evitar que fuera recordada como una de las peores películas de Marvel entre otras cosas por sufrir unos tijeretazos en su presupuesto de última hora que obligaron a cambiar las localizaciones de la historia y el origen de Castle. De lo poco que se salvó fue la banda sonora, de las más acertadas y evocadoras que se recuerdan de una peli Marvel.
La siguiente película es la estrella de la reseña y la mejor en mi humilde opinión, aunque por aquí se editara directamente en dvd y mundialmente no recuperara lo invertido en su producción. Por fin tenemos a un actor (Ray Stevenson) que da la talla con un aspecto de mercenario paramilitar y pinta de loco, mazado y sin pelo tintado (moreno natural por fin y con pinta de italoamericano). Se carga a los malos a lo bestia, como en las mejores historietas de la colección, y tiene como enemigo a Puzzle, el villano más famoso de sus cómics, un gánster con la cara repleta de cicatrices causadas por un encontronazo con Frank. Con el mismo título de la serie dibujada por John Romita Jr., Punisher War Zone es la menos mala de las tres y la más respetuosa con el hasta entonces maltratado personaje.
Comparativa de los tres punishers cinematográficos.
Esta reseña no podría estar completa sin comentar el punisher televisivo de Netflix, interpretado por Jon Bernthal. Es bastante correcto, respetuoso con la historia original e incorpora personajes míticos del cómic como Microchip, el mejor socio de Castle. También es de agradecer la inclusión de Karen Page, proveniente de la serie de Daredevil y vieja conocida de Frank. Peca, sin embargo, de un alargamiento en la trama desproporcionado que puede acabar aburriendo, como pasaba con la serie de Cage, por ejemplo.

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