Saltar al contenido
Peliculas Malas

Los Inmortales II: El Desafío (1991)

10/03/2020

Todos tenemos nuestras cosinas inexplicables. Pecaditos y excentricidades inofensivas, como desayunar pan con cocacola, navegar por páginas rusas y comentar películas malas. A mí me agradan Christopher Lambert y Russell Mulcahy. El primero, niño pijo franco-estadounidense-judío-lo que sea metido a actor, siempre me ha hecho gracia, no sé por qué, aunque su filmografía maloliente dé para monopolizar esta web durante meses. Será ese aire de garrulo cachondo que gasta en muchas de sus pelis. O quizá esa intensa mirada de “diviso a mi suegra en el horizonte”, aunque esté en plena reyerta con el Kurgan o haciendo el cafre con Mario Van Pebbles. En este plan son destacables las sagas Highlander* y Fortress, Knight Moves, Gunmen o Resurrection. El segundo, director australiano venido del mundo del videoclip, alterna en su carrera pufos importantes con algunas cintas disfrutables (Highlander, Ricochet, Silent Trigger, Resurrection), rodadas con un estilo visual bastante personal que a mí me chista. No hay que ser muy listo para detectar evidentes nexos entre ambos fulanos, ni tampoco para imaginar el porqué del asterisco sobre la saga Highlander. Evidentemente aquí hay una excepción, una anomalía, un fallo en Matrix... Sí, voy a hablar de Highlander II: The Quickening, posiblemente la ponzoña más nauseabunda vista hasta la fecha en esta web, así que agarraivos fuerte los machos y untad bien el focicu con Vicks VapoRub que vamos.

Highlander II: The Quickening (1991), por aquí conocida como Los Inmortales 2: El Desafío, es la primera secuela de ese peliculón top de los 80 que todos conocemos, Highlander (1986). Connor, Ramírez, el Kurgan, espadazos, música de Queen, sólo puede quedar uno... Una sobresaliente cinta que abría las puertas de un universo de lo más molón para iniciar una franquicia de éxito inmortal (y encima con el mismo director que ya chana del tema). Pero no. Mucho se ha hablado de los factores que hundieron esta prometedora peli en la mierda, y de verdad parece que todos aportaron su granito de arena (a tiempo completo viendo el resultado) para tal fin. Unos por flipaos, otros por peseteros y la mayoría, directamente, por garrulos. Empezamos por ir a rodar a Argentina, la Argentina de Menem a principios de los 90 chaval, casi na, encima en pleno pico inflacionario, será por perres. Que si a Russell le mola la estética de Buenos Aires, que si el mate o los alfajores, yo qué sé, anda que no había sitios pa grabar pelis sin que pasen cosas raras ni tengas indígenas dando por saco todo el puto día. Seguimos con caprichinos: por lo visto al bueno de Lambert le había caído de puta madre el yayo Connery y quería tenerlo de nuevo en el reparto pa irse de farra con él. Nada ho, desguazamos la historia, nos inventamos rollos de planetas chungos y extraterrestres pa meterlo con calzador y vamos al cajero a por más perres, ¿contentín el guaje?. Y terminamos con los malvados productores, que al parecer metieron la pezuña por todos lados e hicieron llorar al Niño Jesús, la misma mierda de siempre. Hasta impidieron firmar al bueno de Russell como Alan Smithee, los muy cabrones. Por lo visto pasaron muchas cosas más, así que resumiremos brevemente: dificultades con los argentinos, una tormenta que mandó todo a tomar por culo, problemas con los argentinos, heridos en el rodaje, incidentes con los argentinos, muertos en el rodaje... Ah, y movidas con los argentinos.

SPOILER: minuto 12 y ya han mandado la saga a tomar por culo

A la hora de confeccionar la alineación, dada la naturaleza de la saga, se justificaría plenamente una renovación de plantilla en plan Lambert y diez más: nuevamente nones, había que resucitar a Ramírez por cojones. Con todo, el elenco es aceptable, y hay mimbres para jugar un buen partido a poco (muy poco) que se hubiera aprovechado. En punta el amigo Christopher, ridículo de vieyu, payaso de joven (por lo menos no se le nota la resaca); Connery encantado de haberse conocido (9 días de rodaje, 3,5 millones de $, imaginaos el plan); el durísimo Michael Ironside de malvado totalmente salido de madre (él mismo admitió que la peli era un truño y que sólo iba poles perres, así que desfasó todo lo que pudo); John C. McGinley en su rutinario papel de malote capullo (o capullo malote, tanto da); y Virginia Madsen como una peligrosa terrorista que va toda pancha por ahí sin que nadie la detenga (ni le haga ni puto caso).

El argumento es un cachondeo absoluto, sin paliativos. Resulta que la capa de Ozono se ha ido a la mierda, por los pedos de las vacas o vete tú a saber, y la peña se está quedando churrasco. Al bueno de Connor no se le ocurre mejor idea que crear un escudo planetario que nos deja en la noche perpetua en vez de, no sé, poner toldos o ir a comprar Sunblock 5000. Nuestro prota, ya mortal en el Nueva York decadente (o bonaerense) del futuro, es un vejete que se queda dormido en la ópera, conduce un 911 sin ITV, lleva dodotis y esas cosas. Y entre medias nos empiezan a contar una milongas de un planeta cutre allá en casa dios, Zeist, una mezcla entre Arrakis y una peli chunga de Albert Pyun, donde se reinventan los orígenes de Connor, Ramírez, los inmortales y la madre que los parió. Resulta que nuestro compadres son unos rebeldes contra el gobierno del general Katana (Ironside), que quiere derribar sus chamizos pa meterlos en VPO y que se afilien a la Seguridad Social de una puta vez. Capturados y llevados a juicio, son sentenciados al exilio en un planeta lejano (el nuestro), “junto con otros que les precedieron”, donde serán inmortales, lucharán, sólo podrá quedar uno y bla bla bla. El que quede con el perolo en su sitio podrá escoger entre quedarse y morir de vieyo, o volver y seguir dando por saco. No han pasado 15 minutos de película, y ya han mandao la franquicia a tomar por culo, ¡olé sus güevos! Ante tal garantista desenlace, Katana se caga en todos los muertos del CGPJ podemita que le ha salido y decide enviar a la Tierra a dos primos de la Bruja Avería por si al yayo le apetece volver a Zeist a petarle el ambulatorio con sus achaques. A partir de aquí, desfase total. Connor se carga a los payos, rejuvenece, pega un berrido llamando a Ramírez y éste nada más resucitar en Escocia ya se pone a hacer el faltosu. Mientras tanto el machirulo MacLeod siente la sangre inmortal bombear de nuevo por su cipote y monta a la tipa terrorista (que pasaba por ahí) en plena rúa contra un muro, sin ningún preámbulo. Tras ésto, la aparición de Katana to loco en la Tierra, la llegada de Ramírez a Nueva York tras descacharrante periplo, y la entrada en escena del increíblemente garrulo Blake (McGinley) desatará un desmadre de dimensiones épicas que, sinceramente, es mejor verlo por uno mismo sin más spoilers. Únicamente destacar que habrá escenas que os harán sentir objeto de una grotesca estafa, al nivel de las cartas nigerianas: secuencias como la del metro “supersónico” o, ya cerca del final, cuando “suben” a ver el cielo más allá del escudo, probablemente os reconciliarán con la filmografía de Uwe Boll o el catálogo de The Asylum.

Respecto a las, ejem, interpretaciones, señalar que en muchas pelis hay actuaciones que de flipadas y exageradas llegan a ser graciosas y hasta carismáticas: aquí se pasan tanto de frenada que caen en el ridículo más absurdo. De Lambert no puedo reprochar gran cosa, está en su línea: objetivamente un actor nefasto, subjetivamente me hace gracia, punto. Como antagonista, duele ver a todo un Michael Ironside haciendo el payaso de manera tan infame. Vale, tiene bastante mugre en su flimografía, ya, pero cuando lo veo pienso en Richter de Desafío Total o en el teniente Rasczak de Starship Troopers y me enciendooo... A John C. McGinley estamos acostumbrados a verle en papeles con un puntito chorra, pero aquí su habitual rol de maloso gañán alcanza unas cotas de vergüenza ajena difíciles de superar (estremecedor si lo escuchas en V.O.). A la chica ni puto caso, no vale ni pa hacer bonito, pasapalabra. Dejo para el final a Sir Sean Connery, del que no puedo decir nada malo aunque su participación sea probablemente la causa de este engendro: un fulano que llenaría la pantalla de carisma aunque esté comiendo limones con el Fary o hablando de pajillas con Torrente. A pesar de la magnitud del marrón, algunas de sus escenas son divertidas y su presencia siempre es reconfortante.

Sugerencia de presentación

En el fondo este artículo está condenado al fracaso ya que me es imposible narrar con precisión el pestazo que desprende esta aberración cinematográfica, que deja muy tocada tan prometedora saga. La tercera parte, pese a retomar el hilo original ignorando este bodrio, no mejora mucho el panorama, y con la cuarta y última aún no he reunido el valor para verla. Pero seamos optimistas: a peor no podrá ir. En fin, tomad ésto como una prevención y no como una descripción, ya que no se puede describir lo indescriptible: aún no se han inventado las palabras adecuadas.

Ficha IMDB

Los inmortales II: El desafío (1991) Action, Adventure, Fantasy | 91min | 6 September 1991 (Spain) 4.3
Director: Russell MulcahyWriter: Gregory Widen, Brian ClemensStars: Christopher Lambert, Sean Connery, Virginia MadsenSummary: The second "Highlander" movie, again with Christopher Lambert and Sir Sean Connery. It's the year 2024, and all of the ozone above Earth is gone. To protect people from dying, MacLeod helped in the construction of a giant "shield", several years ago. But, since there isn't anyone left who's Immortal after MacLeod's victory in the previous movie, he has stopped being an Immortal. Now he is just an old man, until one day some other Immortals arrive on our planet. You see, the Immortals come from another planet. Written by Chris Makrozahopoulos <makzax@hotmail.com>

Photos


See all photos >>

4 1 vote
Article Rating

Entradas relacionadas

guest
2 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Seryi
Seryi
3 years ago

Hostias.. Al igual q con rambo aquí solo había visto la primera y la tercera de la saga.. Aunque lo leído aqui mete mucho miedo mezclado con curiosidad morbosa… Completamente de acuerdo en lo referente a Ironside, sus dos colaboraciones con verhoeven son sumamente brillantes, starship troopers es uno de mis mayores placeres culpables (soy muy fan de los libros de heinlein, mi autor favorito de ciencia ficción y verhoeven consiguió darle una vuelta de tuerca resguardando mucho del texto original y añadiendo diversión a raudales merece reseña) but I degress