
Haciendo la reseña me acabo de dar cuenta de que se estrenó una tercera parte cuya existencia desconocía. Tengo que poner fin a esa carencia, encontrarla en algún sitio y visionar la trilogía completa cuanto antes.
Los flodder son una familia desestructurada y gamberra que gozaron de cierta popularidad a finales de los ochenta y principios de los noventa. Creo recordar que Antena 3 emitió en su día la serie de televisión y las películas que aquí nos ocupan. Yo la primera entrega la habia visto en un cutre VHS del videoclub que se caía a trozos (la debía haber alquilado medio castellón) y la segunda parte, cuando la familia la lía en América, tuve la suerte de verla en el cine (doy fe de que se estrenó en pantalla grande).
Tienen estas películas, aparte de su valor (¿discutible?) de comicidad, un indudable valor histórico. En los tiempos actuales del twitter y de los ofendiditos estas cintas hubieran levantado numerosas ampollas (si es que alguien se hubiera atrevido a rodarlas tal cual eran). Los gags son más largos que los de las comedias actuales donde todo va más deprisa, lo cual hará que a ratos uno se aburra o de la sensación de que las gracias se estiran como un chicle. Eran otros tiempos. El hacer humor de ciertos temas, como de la promiscuidad de la hija (la explosiva Tajtana Simic, un referente erótico europeo de la época) a la cual sólo en la primera entrega la prostituyen, mantiene relaciones sexuales con uno de los hermanos (el más tarado), se acuesta con un vecino vejete mientras la fotografían para chantajearle y sacarle un coche de su empresa.. etc puede escandalizar a más de uno.
El resto de la familia es un variopinto grupo de personajes. Algunos se va descubriendo como es el caso del abuelo (un demente que continua “ejerciendo” como maquinista de tren) que realmente no pertenecen a la familia sino que se han acoplado a ella por circunstancias de la vida (pareciéndose en eso a la genial y reciente película japonesa Un asunto de familia). La madre, fumadora empedernida de puros, destila alcohol de manera ilegal mientras que sus hijos (cada uno de un padre diferente) se dedican a todo tipo de actividades delictivas. La escala de valores de estos individuos es grotesca y retorcida. Viven al margen de la ley y de cualquier norma cívica. En la primera entrega de la serie la gracia principal de la peli consiste en ver el contraste e interacciones entre estos marginados y la élite del barrio pijo donde son reubicados gracias a un trabajador social que es otro de los puntales cómicos de la saga. Pese a todo lo que les consigue a los Flodder este personaje es continuamente ninguneado, termina muy malparado en la primera parte (completamente escayolado en un hospital) y acaba sufriendo una terrible operación quirúrjica errónea en la segunda parte de las que dejan huella.
Estuve hace unos años en Amsterdam y puede comprobar con satisfacción que todos los mediodías reponían los viejos episodios de la serie. Benditos holandeses. “Tabien”.

Photos
See all photos >>

Photos
See all photos >>

Photos
See all photos >>