
La ciencia-ficción espacial siempre ha sido uno de mis géneros favoritos en todas sus variantes, desde las grandes producciones por todos conocidas hasta aquellas que, a rebufo de estas muchas veces, nos la intentan colar con aliens del chino, asteroides de cartón-piedra y naves del TENTE™ . La película que voy a mayar a continuación pertenece a una curiosa variante por desgracia no muy infrecuente: filmes de gran presupuesto y con reparto de categoría que dan vergüenza ajena. Un 'Ad Astra' estaréis pensando, vale, aunque en su descargo admito que por lo menos aquí pasan cosas (y no hay monos :D). En fin, saquemos el mazu...

Solar Crisis (Crisis Solar pa los paisanos) es un filme de 1990 basado en una novela de Takeshi Kawata (o algo así) publicada ese mismo año. Esta obra por lo visto trata de una llamarada solar que amenaza con destruir la Tierra en el 2050 y tal. Una versión pre-alfa de Sunshine con cositas de Cyborg 2 o Moon 44. Roland Emmerich debía estar muy ocupado perpetrando esta última, así que se la encargan a uno de los hermanos Sarafian (canela fina esta familia), concretamente a Richard C. Sarafian. No debió quedar muy contento con el resultado ya que firma como Alan Smithee pero bueno, esa es otra historia.

La peli cuenta con un presupuesto importante (+40 millones de dólares, japos con perres abondo), muchas pretensiones (por lo visto esos japos pretendían hacer un parque temático de la peli) y un reparto importante, casi lujoso, y hasta un tanto exagerado: Charlton Heston (haciendo de Charlton Heston), Jack Palance (senil), Peter Boyle (de malo, pa variar), un jovencito Corin Nemec, Paul Koslo (titular en cualquier alineación de la serie B) y hasta el galán Michael Berryman (que no se come a nadie). El protagonista es un tal Tim Matheson, un fulano con tanto carisma como Martínez-Almeida haciendo de Harry Callahan, y la chica Annabel Schofield, una moza tan guapa como pasmada. Por lo menos se le ven un poco las trufas.

Estos mimbres dan, a priori, para elaborar una película resultona a poco empeño que se ponga. Pero no. La trama se divide entre la misión espacial para neutralizar el fogonazo, y las maniobras terrestres de una malvada multinacional que intenta chafar el asunto para quedarse con el monopolio de la manduca en nuestro planeta porque son unos negacionistas de mierda. Entre medias está la búsqueda del nietín perdido y la protohistoria de amor del prota con la chica alelada, tan rara que parece hecha de encargo (que a lo mejor sí). Alguna supuesta “sorpresa” hay, sí, y alguna escena supuestamente divertida también, pero todo con tal falta de ritmo, de tensión, de “pulso narrativo” que dirían los pijos, que al rato ya te lo tomas a coña. Este es el principal hándicap de la peli, obviando el extraño (por lo inesperado) tufillo a cine cutre que emana: una “planura” completa de principio a fin, sin paliativos. Rodada sin ganas, interpretada sin ganas, situaciones insulsas, diálogos chorras, momentos “intensos” que dan ganas de echar la pota, típicas escenas de ¿tensión? surgidas de la nada cuyo desenlace ya conoces sin ser la bruja Lola... Con mención especial al HAL 9000 Hacendado que nos cuelan. Un grande.

Una pena, porque con una premisa argumental aprovechable, un reparto curiosín y perres se puede o se debe hacer más. En fin, la serie B (o Z) de toda la vida, con pasta pero sin gracia. Por lo menos no salen monos.
Trailer oficial (inglés)
Ficha IMDB

Photos
See all photos >>