
Con todos los excesos y defectos de los noventa, acompañados del aroma de la moda de las badgirls de la época, nos llegó esta peli basada en el cómic del mismo nombre editado por Dark Horse. En mi ciudad no se estrenó en pantalla grande (fue un fracasazo en taquilla), pasó directa y merecidamente al mercado del vídeo, en concreto un VHS que prometía en su carátula nada menos que quince minutos adicionales de striptease de Pamela Anderson no vistos en cine. Efectivamente los incluía de pegote al acabar la insulsa peli a ritmo del Word up de Cameo con una Pamela en su salsa, en un pole dance lleno de chorrazos de agua. ¿Y la película que tal está? Pues francamente mal. Transcurre en un futuro distópico (un 2017 donde un estado opresor, aparentemente sureño por los uniformes, ha ganado la reciente guerra civil). Los buenos deben arrimar el hombro y ayudar a una espía rebelde en su misión de cruzar la frontera. Esto provoca una serie de diálogos y transacciones en el marco del mítico bar de Steel Harbor, escondite de la resistencia, que regenta la exvigilante de la playa y que posibilita que interactúe con diferentes personas, cambiando de modelito a cada ocasión (un corpiño con unos leggins, una toalla menuda, un conjunto de ropa interior picante o en pelota picada directamente). Primeros planos a la generosa anatomía de la actriz son una constante durante todo el metraje.
Hay un porcentaje paupérrimo de personajes (un amigo ciego de Pamela y poco más), escenarios (creo recordar que casi toda la peli transcurre en el bar motero Hammerhead y generalmente a oscuras) y efectos especiales prácticamente inexistentes. Da la impresión de que el grueso del presupuesto se fue al bolsillo de la por aquel entonces señora de Tommy Lee, para tristeza de los aficionados que se encontraron con un film olvidable y prescindible. Y es que esta película perfectamente podría no haber existido pues no convenció a nadie. Los fans de Pamela que querían recrearse con sus curvas podrían haberse agenciado algún VHS de Playboy dedicado a la explaymate o el video casero de la luna de miel de la pareja, un hit de internet en su momento que por cierto tuvo mucha mayor difusión que la cinta que nos ocupa. Los que querían ver una peli interesante de acción en un futuro distópico podrían haber visto cualquier otra menos este “Mierdón”.


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